Señores Padres de
Familia
Reciban de nuestra
parte el más cálido saludo, siempre reunidos alrededor de Jesucristo Nuestro
Señor, quien ha de guiar nuestros pasos y acciones, bendiciéndonos como ha sido
su promesa.
Queremos extender un
fraternal saludo de bienvenida a todos ustedes para que el año 2014 sólo sea un
año de éxito y crecimiento de toda nuestra comunidad, siempre exhortando su
compañía y apoyo y valorando el alto grado de compromiso que evidencian,
logrando fortalecer un proceso que hemos considerado de vital importancia para
nuestra comunidad académica.
A continuación
encontrarán los horarios dispuestos para los 6 Encuentros de Padres pendientes en el año, así
como una actualización de los artículos y demás contenidos que con esmero
elaboramos y que hemos considerado como piezas útiles para el crecimiento de
los procesos formativos de sus hijos.
ABRIL 12
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TERCER ENCUENTRO DE PADRES MADURA.
ENTREGA DE NOTAS.
TALLERES POR CURSOS.
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MAYO 10
|
CUARTO ENCUENTRO DE PADRES MADURA.
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JULIO 12
|
QUINTO ENCUENTRO DE PADRES
MADURA.
ENTREGA DE NOTAS.
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AGOSTO 2
|
SEXTO ENCUENTRO DE PADRES
|
SEPTIEMBRE 20.
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SÉPTIMO ENCUENTRO DE PADRES MADAURA.
ENTREGA DE NOTAS.
TALLER POR CURSOS
|
OCTUBRE 18
|
OCTAVO ENCUENTRO DE PADRES
|
LA RESILIENCIA EN NIÑOS Y ADOLESCENTES
Tendemos a idealizar la niñez como una época sin problemas, pero la
tierna edad por sí sola no ofrece ninguna protección contra los daños
emocionales y los traumas que pueden enfrentar nuestros hijos. Se les puede pedir
a los niños que enfrenten problemas, como adaptarse a una nueva clase, ser
intimidados por sus compañeros o incluso una situación familiar dolorosa. Si
sumamos a eso la incertidumbre que forma parte del crecimiento, la infancia y la adolescencia puede ser cualquier cosa
menos una época sin problemas. La aptitud para desarrollarse pese a estos
desafíos surge de la capacidad de resiliencia.
La resiliencia es una capacidad que puede
aprenderse.
Desarrollar resiliencia, significa la habilidad para afrontar con éxito
la adversidad, el trauma, la tragedia, las amenazas o incluso fuentes
importantes de estrés, puede ayudar a manejar el estrés y los sentimientos de
ansiedad e incertidumbre, saliendo fortalecidos de todos ellos.
Sin embargo, que los niños sean resilientes no significa que no experimentarán
dificultades o angustia. El dolor emocional y la tristeza son comunes cuando
tenemos un trauma de importancia o una pérdida personal, o incluso cuando nos
enteramos de la pérdida o trauma de otra persona.
Todos podemos desarrollar resiliencia y ayudar a que nuestros hijos la
desarrollen. Implica conductas, pensamientos y acciones que pueden aprenderse
con el paso del tiempo.
A continuación, planteamos algunas sugerencias que pueden
ser de apoyo para desarrollar la resiliencia.
Establezca relaciones
Enséñele a su hijo cómo hacer amigos, inclusive la capacidad de sentir empatía, o de sentir el dolor del otro. Anime a su hijo a ser amigo para poder tener amigos. Desarrolle una red familiar fuerte para respaldar a su hijo ante las desilusiones y heridas inevitables. Relacionarse con las personas brinda apoyo social y fortalece la resiliencia.
Enséñele a su hijo cómo hacer amigos, inclusive la capacidad de sentir empatía, o de sentir el dolor del otro. Anime a su hijo a ser amigo para poder tener amigos. Desarrolle una red familiar fuerte para respaldar a su hijo ante las desilusiones y heridas inevitables. Relacionarse con las personas brinda apoyo social y fortalece la resiliencia.
Apoye a su hijo haciendo que ayude a otros.
Ayudar a otros puede permitirles a
los chicos superar la sensación de que no pueden hacer nada. Anime a su hijo a
realizar trabajos voluntarios apropiados para su edad, asígnele responsabilidades,
o pídale ayuda con alguna tarea que él pueda realizar.
Mantenga una rutina diaria
Respetar una rutina puede ser reconfortante para los chicos, en especial para los más pequeños que anhelan estructuras en su vida. Anime a su hijo a desarrollar sus propias rutinas.
Respetar una rutina puede ser reconfortante para los chicos, en especial para los más pequeños que anhelan estructuras en su vida. Anime a su hijo a desarrollar sus propias rutinas.
Enseñe a su hijo a cuidar de sí mismo
Dé un buen ejemplo y enséñele a su hijo la importancia de darse tiempo para comer como es debido, hacer ejercicios y descansar. Asegúrese de que tenga tiempo para divertirse y no tenga programado cada minuto de su vida sin ningún momento para relajarse. Cuidarse e incluso divertirse ayudará a su hijo a mantener el equilibrio y enfrentar mejor los momentos estresantes.
Dé un buen ejemplo y enséñele a su hijo la importancia de darse tiempo para comer como es debido, hacer ejercicios y descansar. Asegúrese de que tenga tiempo para divertirse y no tenga programado cada minuto de su vida sin ningún momento para relajarse. Cuidarse e incluso divertirse ayudará a su hijo a mantener el equilibrio y enfrentar mejor los momentos estresantes.
Avance hacia sus metas
Enséñele a a fijarse metas razonables y luego a avanzar dando un solo paso a la vez para lograr alcanzarlas. Avanzar hacia esa meta, incluso con un paso muy pequeño, y recibir elogios por hacerlo hará que su hijo se concentre en su logro en lugar de fijarse en lo que no logró y puede ayudarle a desarrollar resiliencia para salir adelante ante los desafíos.
Enséñele a a fijarse metas razonables y luego a avanzar dando un solo paso a la vez para lograr alcanzarlas. Avanzar hacia esa meta, incluso con un paso muy pequeño, y recibir elogios por hacerlo hará que su hijo se concentre en su logro en lugar de fijarse en lo que no logró y puede ayudarle a desarrollar resiliencia para salir adelante ante los desafíos.
Alimente una autoestima positiva
Ayude a su hijo a recordar cómo pudo lidiar satisfactoriamente con dificultades en el pasado y luego ayúdelo a entender que esos desafíos pasados lo ayudan a desarrollar la fortaleza para manejar desafíos futuros. Ayude a su hijo a que aprenda a confiar en sí mismo para resolver los problemas y tomar las decisiones adecuadas.
Ayude a su hijo a recordar cómo pudo lidiar satisfactoriamente con dificultades en el pasado y luego ayúdelo a entender que esos desafíos pasados lo ayudan a desarrollar la fortaleza para manejar desafíos futuros. Ayude a su hijo a que aprenda a confiar en sí mismo para resolver los problemas y tomar las decisiones adecuadas.
Mantenga las cosas en perspectiva y una actitud positiva
Incluso cuando su hijo esté enfrentando sucesos dolorosos, ayúdelo a ver la situación en un contexto más amplio y a mantener una visión de largo plazo. Si bien puede ser demasiado joven para ver las cosas a largo plazo por sí mismo, ayúdelo a ver que existe un futuro más allá de la situación actual y que el futuro puede ser bueno. Una actitud optimista y positiva le permite darse cuenta de las cosas buenas de la vida y seguir adelante incluso en los momentos más difíciles.
Incluso cuando su hijo esté enfrentando sucesos dolorosos, ayúdelo a ver la situación en un contexto más amplio y a mantener una visión de largo plazo. Si bien puede ser demasiado joven para ver las cosas a largo plazo por sí mismo, ayúdelo a ver que existe un futuro más allá de la situación actual y que el futuro puede ser bueno. Una actitud optimista y positiva le permite darse cuenta de las cosas buenas de la vida y seguir adelante incluso en los momentos más difíciles.
Busque oportunidades para el autodescubrimiento
Los momentos difíciles suelen ser los momentos en los que aprenden más sobre sí mismos. Ayude a que su hijo vea cómo lo que está enfrentando puede enseñarle a conocerse. Considere conversaciones sobre lo que ha aprendido después de enfrentar una situación difícil.
Los momentos difíciles suelen ser los momentos en los que aprenden más sobre sí mismos. Ayude a que su hijo vea cómo lo que está enfrentando puede enseñarle a conocerse. Considere conversaciones sobre lo que ha aprendido después de enfrentar una situación difícil.
Aceptar que el cambio es parte de la vida
Los cambios pueden a menudo ser terribles para los niños y adolescentes. Ayude a su hijo a ver que el cambio forma parte de la vida y que se puede reemplazar con nuevas metas a aquéllas que puedan haberse convertido en inalcanzables.
Los cambios pueden a menudo ser terribles para los niños y adolescentes. Ayude a su hijo a ver que el cambio forma parte de la vida y que se puede reemplazar con nuevas metas a aquéllas que puedan haberse convertido en inalcanzables.
CÓMO DESARROLLAR EL SENTIDO DE RESPONSABILIDAD EN NUESTROS HIJOS.
La responsabilidad es
el ánimo para responder frente a las
obligaciones de la vida, la capacidad para decidir apropiadamente y con
eficacia ante las situaciones, constituyendo un elemento importante dentro de la estructura
de la personalidad.
Desde este punto de
vista es importante lograr que el estudiante
tome la mayor parte de sus decisiones dentro de los límites de las normas
sociales en las que vive y de las expectativas comúnmente aceptadas, para
extraer de ahí relaciones humanas positivas, estar más seguro, sentirse
integrado y obtener éxito en sus iniciativas.
Desde el primer día de su
vida hasta su madurez, debe desarrollar, poco a poco, su capacidad para ser
responsable, ser capaz de mantenerla y ampliarla. Y la vía para conseguirla es
el trato diario con sus padres, sus maestros y sus iguales. En este sentido son
las pequeñas tareas y obligaciones de la vida cotidiana (adaptadas a cada edad)
las que desarrollan el sentido de la responsabilidad.
Como apoyar y desarrollar
la responsabilidad:
•
Fortalezca la sensación
de capacidad de logro.
•
Ayúdelo a tomar decisiones. Muéstrele alternativas que pueden ser adecuadas para
distintas situaciones.
•
Establezca normas y límites, de forma razonable y de una manera adecuada.
•
Utilice tareas y obligaciones adaptadas a la edad para crear responsabilidad: bajar la basura,
hacerse su cama, etc.
•
Sea coherente. Utilice la lógica. No le exija responsabilidades
por encima de sus posibilidades.
•
Utilice la comprensión (no es sinónimo de permisividad).
•
Dé recompensas por ser responsable. No es necesario que siempre
sean materiales, ni siempre hay que dar por lo que se hace.
•
Infórmele sobre la
eficacia de sus respuestas o reacciones ante las situaciones.
•
Desarrolle la sensación de que él puede hacer las cosas.
•
Y sea siempre paciente. Su hijo necesita tiempo para aprender
•
Sea claro, coherente y respetuoso al expresar lo que espera de
ellos. Pero también enérgico, perseverante y tenaz en mantener los
requerimientos dados a los niños y adolescentes.
•
Los hijos deben ver a sus padres seguros de lo que hacen y
mandan.
Su hijo es responsable si:
• Realiza las tareas
normales sin que haya que recordárselo en todo momento.
• Puede razonar lo que
debe hacer.
• No echa la culpa a los
demás ni busca excusas sistemáticamente.
• Puede jugar, hacer sus
deberes y estudiar a solas sin problemas.
• Puede tomar decisiones
distintas de las que otros toman en el grupo en que se mueve (amigos, familia,
etc.), que sean para él adecuadas, aunque se oponga a ellos.
• Posee diferentes
objetivos e intereses que puedan atraer su atención.
• Respeta y reconoce los
límites impuestos por los padres sin discusiones inútiles o improductivas.
• Lleva a cabo lo que dice y se compromete que
va a hacer.
Podemos resumir que la responsabilidad es un hábito de reacción
comprometida frente a las situaciones de la vida que vamos adquiriendo y
consolidando con la práctica a lo largo de nuestra vida.

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