Esto le ocurre al cerebro de un adolescente
cuando consume marihuana
Cuando Elliott, quien ahora tiene 19 años, iba a la
escuela secundaria, sus días solían ser así: se levantaba a las 5:30 AM, se
duchaba, se vestía, desayunaba rápidamente y después iba en bicicleta a la
parada del autobús, una caseta de madera. Una vez ahí, trepaba al tejado de la
caseta, donde escondía un cuenco y una bolsa con marihuana. “Odio la escuela,
así que siempre fumaba antes de que me pasara a buscar el autobús a las 6:20
AM”, le explicó Elliott a Yahoo Beauty. “Me relajaba”.
Por la tarde, terminaba sus deberes y luego salía
al porche trasero de su casa a fumar, con la certeza de que nadie excepto su
madre soltera lo vería, ya que vivía en una calle sin salida. “A mi madre no le
importa”, dice Elliott. “Ella prefiere que fume a que tome heroína”.
Su idilio con la marihuana comenzó la noche de
Halloween de 2014, cuando Elliott, quien por aquel entonces tenía 16 años, la
probó por primera vez con amigos. Aunque no sintió nada, le picó la curiosidad,
así que probó de nuevo. Y la segunda vez, le hizo efecto.
“Fue genial”, dice Elliott. “La hierba es la mejor
droga porque tienes control sobre ti mismo y sabes qué está pasando”. Elliott
afirma que no ha notado ningún efecto secundario negativo por consumir
marihuana, y que podría dejarla cuando quisiera.
Por su lado, Liz, quien ahora tiene 18 años, empezó
a fumar marihuana de forma regular a sus 12 años en una suerte de mecanismo de
afrontamiento, como dice ella, por la tristeza que sentía por el divorcio de
sus padres.
“Al principio me sentía muy… relajada, en una nube”,
comenta. “Después de un tiempo, desde que empecé a consumirla día a día, me
empecé a sentir aletargada. Nada me motivaba, estaba muy apática. Y tuve muchas
paranoias”. En su adolescencia más precoz, Liz desarrolló una adicción a la
marihuana ‒sin mencionar un desorden alimenticio y una
conducta problemática de daños
autoinfligidos‒ lo suficientemente grave como para requerir el
apoyo de un programa de tratamiento residencial, el Newport
Academy.
“Me di cuenta de que tenía un problema con la
marihuana cuando pensé en consumir otras substancias. Cuando descubrí que no
podía sentirme cómoda si estaba sobria”, le explicó a Yahoo, al
tiempo que agrega que el ablandamiento de las leyes a lo largo de todo el país
está transmitiendo lo que ella percibe como “un mensaje confuso” sobre la
marihuana, que se presenta como segura.
Muchos estadounidenses sienten un conflicto similar
en relación a la marihuana y sus efectos sobre la salud física y psíquica, algo
a medio camino entre Elliott y Liz. Según la exclusiva encuesta de Yahoo News y Marist, una leve mayoría de estadounidenses ‒un 51%‒ piensan que
el consumo de marihuana conlleva riesgos para la salud, mientras que un 44%
piensa que no, y un 5% no lo tiene claro.
En lo referido a los adolescentes, esta idea
general ha comenzado a cambiar debido a que una serie de estudios señalan que
sus cerebros son vulnerables, ya que todavía están en desarrollo, y no se
llevan muy bien con la marihuana. Sin embargo, las investigaciones sobre cómo
el cannabis afecta, concretamente, a los adolescentes son frustrantemente
imprecisas, pues algunas sugieren que la marihuana tiene efectos nocivos y
otros análisis afirman que es inocua.
De hecho, la falta de respuestas concluyentes es el
desencadenante que ha llevado al Instituto Nacional sobre Abuso de las Drogas
(NIDA) a emprender recientemente un estudio longitudinal a gran escala que hará
un seguimiento de 100.000 adolescentes en su edad adulta temprana para ver cómo
el consumo de substancias ilícitas, incluida la marihuana, afecta al desarrollo
de sus cerebros y moldea sus vidas.
Por su lado, Yahoo Beauty ha
hablado con algunos de los investigadores más destacados para tener una mirada
panorámica lo más clara posible sobre lo que se sabe de la marihuana y el
cerebro adolescente.
Por qué el cerebro de un adolescente es tan
vulnerable
Partamos de un rápido resumen sobre cómo opera la
marihuana: el sistema endocannabinoide del cuerpo regula la comunicación
intercelular a través de los receptores de cannabinoides del sistema nervioso y
el cerebro. “El sistema endocannabinoide es el regulador principal de la
homeostasis”, le explicó a Yahoo Beauty Gregory Gerdeman,
profesor asistente de biología en la Universidad de Eckerd. “Si tu sistema
eléctrico se excita demasiado, se ralentiza; si las células se mueven
lentamente, se aceleran las cosas”.
Cuando una persona consume marihuana, las moléculas
de THC se adhieren a estos receptores de cannabinoides, alterando su actividad
y desencadenando una sensación de bienestar, así como una posible paranoia y
ansiedad. Las moléculas de CBC, también presentes en la marihuana, dan una
sensación más suave que contrarresta el colocón, y son la fuente principal de
los beneficios medicinales de la marihuana.
Los cannabinoides están íntimamente relacionados
con el crecimiento y el desarrollo del cerebro, guiando las conexiones de la
red neuronal. Y de la misma forma que una casa en construcción no es tan
robusta como un edificio terminado, el cerebro de un adolescente es más
sensible que el de un adulto.
“En este periodo marcado por una vulnerabilidad
neuronal crítica, la exposición a substancias como el THC puede modificar la
trayectoria que sigue el cerebro para desarrollarse a lo largo del tiempo”, le
explicó a Yahoo Beauty Staci Gruber, directora del Núcleo
Cognitivo y Clínico de Neuroimágenes del Hospital McLean en Belmont,
Massachusetts. Además, tal y como señala la directora del NIDA, la doctora en
medicina Nora Volkow, el cerebro completamente desarrollado detenta un grado de
resiliencia que no tiene un cerebro joven, por lo que la “marihuana puede tener
efectos negativos que no suelen afectar a los cerebros adultos”.
Fuente:https://es-us.noticias.yahoo.com/esto-le-ocurre-al-cerebro-de-un-adolescente-cuando-consume-marihuana-192618500.html
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