Niños
hiperactivos: no son maleducados, sufren 'trastorno cerebral'
Estudio examinó a estos menores y
determinó que padecen de lentitud en el crecimiento neuronal.
Por: EFE |
En el estudio se
compararon imágenes cerebrales de 1.713 personas con TDAH y 1.529 personas sin
este trastorno.
Los niños hiperactivos y con déficit de atención sufren "un
trastorno cerebral" producto de la lentitud en el crecimiento neuronal,
según un estudio internacional publicado en Holanda que pide poner fin al
estigma tradicional de "mala educación" para explicar el
comportamiento de esos pequeños.
"Hay una base neurobiológica que explica el Trastorno por Déficit
de Atención e Hiperactividad (TDAH). Y eso los padres deben tenerlo claro y
aprender a lidiar con sus hijos", explica Marcel Wortel, del hospital
universitario de Nijmegen, en Holanda, que dirigió esta investigación.
Hay cinco puntos o regiones visibles
en el cerebro que muestran una lentitud en el crecimiento neuronal en las
personas con TDAH, lo que no ocurre con los que no lo sufren. Uno de los trastornos más evidentes localizados por los científicos
está en los ganglios basales, la parte del cerebro involucrada en el control de
la emoción y la cognición, y que se encuentra cerca de la base del cerebro,
dentro del telencéfalo.
Esto muestra que el volumen total del cerebro es menor en personas con
TDAH, en comparación con personas totalmente sanas.
Dos de los puntos visibles de tamaño reducido están también en la
amígdala y el hipocampo. En la amígdala radican las emociones básicas como el
enfado o el miedo; es decir, la región del cerebro que desempeña la regulación
de las emociones. El papel del hipocampo está menos claro -explican los
investigadores- pero "posiblemente tenga también que ver con la motivación
y la regulación emocional".
En cuanto a la medicación, el estudio
demuestra que ésta suprime los síntomas, pero no tiene ningún efecto sobre el
volumen cerebral de las personas con TDAH, es decir, no cura el problema
original.
Según el estudio, las diferencias son aún más evidentes en niños y
adultos jóvenes, que en personas más mayores, y por ello los investigadores
asumen que el retraso en el desarrollo del cerebro es una característica del
TDAH.
La investigación se basó en el mayor
estudio de neuroimagen realizado hasta la fecha en personas con déficit de
atención. En total se compararon imágenes de 1.713 personas con TDAH y 1.529
personas sin este trastorno, todos en edades comprendidas entre los 4 y los 63
años. "Las diferencias que hemos encontrado pueden explicar el
retraso en el desarrollo cerebral que caracteriza este trastorno de
atención", aseguran los científicos del centro Radboud de Nijmegen.
El TDAH se caracteriza por síntomas de
falta de atención, impulsividad e hiperactividad, y lo sufren uno de cada
veinte niños (menores de 18 años) en todo el mundo, y dos tercios sufren sus
efectos o mantienen signos en su vida adulta. "Este es un trastorno del
cerebro al igual que lo es la depresión clínica, la esquizofrenia y el
trastorno bipolar, también asociados con los volúmenes cerebrales
anormales", explica la investigadora Martine Hoogman, del centro médico de
Nijmegen.
Los resultados de esta investigación,
resalta, exigen poner fin a los estigmas tales como que el TDAH está
causado por "la mala educación" o que los niños "son
difíciles" de educar, ya que solo es cuestión de que el
cerebro madura a otro ritmo.
La investigación, dirigida por la científica holandesa Barbara Franke,
ha sido publicada en el último número de la revista científica ‘Lancet
Pschiatry’. Según la publicación, en investigaciones anteriores se solían detectar
"diferencias conflictivas" en los cerebros de un grupo de personas
con TDAH, probablemente -añade- debido al uso de una población de estudio muy
pequeña y poco comparativa.
Sin embargo, las causas siguen siendo objeto de controversia, por eso
los autores de esta investigación piden "no estigmatizar" a los
pequeños con hiperactividad y déficit de atención, a la espera de encontrar
remedio a este trastorno, si lo hay. "Sólo hemos encontrado las
diferencias, no las causas de estas diferencias o los efectos de un
tratamiento", lamenta Wortel, ante la pregunta de cómo deberían lidiar los
padres con los niños que sufren este trastorno.
EFE
Cortesía de una Madre de Familia del Liceo.
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