¿Quiénes son
los culpables?
Duele el suicidio de un hombre, pero el de un niño o adolescente
conmueve hasta lo más profundo las fibras de la sociedad.
No se trata de preparar a los niños para que no se suiciden, como dicen
algunos periodistas despistados. Se trata de preparar para la vida y la vida
tiene momentos dulces y momentos amargos, triunfos y fracasos. Para los unos y
para los otros hay que preparar a los hijos. Y no solamente para los fracasos;
también para los triunfos y halagos de la vida, porque suelen ser traicioneros
y engañosos.
Desde esta columna he clamado numerosas veces sobre la pésima educación
que muchos, muchísimos padres de hoy dan a sus hijos. Creen, equivocada y en
ocasiones irremediablemente, que amar es dar gusto, dar cosas, dar todo,
satisfacer caprichos, evitar sufrimientos y todo lo que incomode al hijo; creen
que educar es dejar al hijo a su aire, sin normas, ni reglas, ni deberes que
cumplir; y como vivimos en una sociedad que predica día y noche los
"derechos de los niños" y olvida que también tienen deberes, el ambiente
no ayuda ciertamente para lograr una buena educación.
Y si a ello se junta que hemos fabricado una sociedad violenta, una
sociedad consumista, alejada de valores humanos y espirituales, entonces la
labor del hogar es torna todavía más difícil.
Padres de familia, gobernantes, sociedad y periodistas, amar a los hijos
es sobre todo darles tiempo, "gastar" tiempo con ellos, acompañarlos,
educarlos en las normas de convivencia, no ahorrarles pequeños y normales
sufrimientos que los preparen para los problemas que la vida les presentará.
Como muchos padres de familia evitan a sus hijos toda contrariedad, por
pequeña que sea, cuando se presentan los dos más graves contratiempos que niños
y adolescentes normales pueden enfrentar, como son los fracasos escolares y los
problemas con las novias, sucede que se encuentran totalmente desarmados y la
idea del suicidio puede aparecer.
Entonces, no es culpa de los colegios, como los periodistas gustan de
fantasear. Si así fuera, para evitar los suicidios los colegios deberían
averiguar qué muchachos están tristes y llevan bajas calificaciones para
"arreglarles las notas".
El Primer Estudio de Salud Mental del Adolescente Colombiano (estoy
citando una crónica de EL TIEMPO) "registró casos de niños con ideación (sic)
suicida desde los 4 años". ¿También tendrán los colegios, digo yo, la
culpa de que niños de 4 años que todavía no han asistido a clases tengan alguna
idea de suicidio?
Diego Molano, director del ICBF dice: "Muchos niños y adolescentes
no están preparados para manejar situaciones que los desestabilizan". Como
se ve, la responsabilidad principal en el tema que nos ocupa, como en la
educación de los hijos en general, la lleva el hogar. Y como la tasa de
divorcios es hoy alta, los padres separados deben entender que ante todo y por
encima de sus problemas personales el futuro de sus hijos está en juego.
Andrés Hurtado.
Columnista de El Tiempo
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-12536250
http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/andres-hurtado-garcia
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